martes, 5 de marzo de 2013

¿CUANTO VALE UN HOTEL?

 
Parece que la pregunta es de fácil respuesta, sin embargo tiene enjundia, y no estamos muy lejos de esta afirmación.
 
Estos inmuebles pueden tener un valor material más o menos calificable y cuantificable que va a depender de: su situación (valor del suelo), su dimensión, su distribución, calidades,…, pero al ser un inmueble ligado a una explotación económica,  surge aquí un “valor” inmaterial de los mismos, dependiente de unos factores extrínsecos y otros intrínsecos al inmueble.
 
Los factores extrínsecos, son comunes a todo el sector en la zona de influencia  donde se ubica el inmueble, estos factores son, entre otros la situación económica, mercado al que se destina el inmueble (vacacional, congresos,...), categoría, circunstancias geopolíticas, etc.
 
Los factores intrínsecos son los propios de la gestión interna de la actividad. Esta gestión puede ser: directa por la propiedad, cedida a alguna cadena hotelera a de adherida. Todas estas circunstancias indudablemente afectan de manera considerable a  la valoración del inmueble.
 
Esta cierta o incierta gestión, es similar a cuando un negocio funciona y el que está al lado no. Inmuebles similares, gestiones distintas.
 
Otros factores importantes a tener en cuenta a la hora de realizar una valoración son:
1.       Que el hotel esté funcionando, y se posea una información objetiva de su rendimiento.
2.       Que el hotel haya funcionado en algún momento, lo que proporciona la idoneidad y viabilidad del negocio.
3.       Que el hotel sea un proyecto en zona cierta (zona con datos objetivos de ocupación).
4.       Que el hotel sea un proyecto en zona incierta (zona sin datos objetivos de ocupación).
Para clarificar el tema pongamos un ejemplo de este tipo de valoraciones, para ello tomaremos el futuro hotel Palacio de Miramar, en Málaga, caso curioso por su envergadura, categoría y ubicación emblemática y seña hotelera para la ciudad. Un inmueble que reúne los requisitos y características que proporcionarían una valoración, en principio, elevada del mismo.
 
Partimos de una inmejorable localización: En el centro de la ciudad, sin estar en el casco histórico, perfectamente visitable a pié, en unos de los barrios emblemático y señoriales de Málaga (La Caleta)  y con la circunstancia singular de ubicarse en primera línea de playa.
 
Por otro lado, el inmueble en sí, aunque necesitado de una adecuación integral para su adaptación a hotel (recordamos que la última actividad desarrollada en el mismo la de sede de Audiencia Provincial), posee los metros edificables, de jardín y de expansión, suficientes para cumplir con la legislación hotelera vigente para hoteles de alta gama o categoría (cinco estrellas gran lujo).
 
Pero no es este el único dato relevante a efectos de una valoración. Existen otras circunstancias que hacen prever no solo su viabilidad, sino una alta valoración del mismo para el negocio hotelero.
 
Hasta hace pocas fechas, Málaga no tenía establecimientos de 5 estrellas, circunstancia que se ha corregido recientemente con la apertura del Hotel Vincci Selección Posada del Patio, con lo cual existía un vacío importante en este mercado, absorbido por la oferta existente en la Costa (principalmente Marbella). Ahora bien sigue sin tener un hotel cinco estrellas gran lujo entre su oferta hotelera, ese hotel emblemático que quieren tener todas las ciudades tipo Alfonso XIII en Sevilla, La Bobadilla, en la provincia de Granada, Gran Hotel La Toja, El Palace y el Majestic de Barcelona, El Marques de la Ensenada en Valladolid, El Palace y Ritz en Madrid; etc.
 
El inmueble, emblemático de por sí y para la ciudad, ya fue hotel de alto estanding (Hotel Palacio de Miramar), en donde se codeaban la alta clase local y la foránea. Esto permite empezar desde una “marca” ya de renombre y de prestigio, y ¿Cuánto vale eso? Ya nos gustaría a muchos empezar así.
Si a esta características, le unimos el potencial turístico que en los últimos años ha tenido Málaga), en donde se están recibiendo cantidades no pensadas de turistas, y especialmente el incremento del turismo de cruceros, a través de su puerto, los centros comerciales tipo “Muelle 1”, etc… con la peculiaridad de que el Palacio Miramar se encuentra a escasos metros del puerto, a pié de paseo marítimo y playa.
 
Ahora queda determinar quién gestionará el hotel…otro valor a añadir o a quitar (porque un gestor tanto quita como pone). No es lo mismo que la gestión la lleve una gran cadena especializada en este tipo de hoteles o a que sea dirigida por ejemplo por un pequeño empresario hotelero local.
En este ejemplo, el inmueble no está en funcionamiento, por lo que la ocupación, precios de habitaciones, ingresos por hostelería y atípicos, así como los costes, deberán estimarse por los ratios medios del sector, que justifiquen el cash flow de la explotación, una vez obtenidos estos datos a futuro, en función de la expectativas razonables, del sector, se estimarán que porcentaje de la rentabilidad de la actividad es imputable a la gestión y cual al propio inmueble.
 
Una vez estudiadas todas las circunstancias extrínsecas e intrínsecas del inmueble, se procede a la capitalización de las rentas esperadas teniendo en cuenta el valor de reversión del edificio.
Como es evidente, el tema merecería una mayor extensión, ya que la casuística es tan amplia como inmuebles hoteleros existen.
 
Pues sí, ¿Cuánto cuesta un Hotel? Seguramente su opinión habrá cambiado después de leer estas líneas.
 
Armando Carlos Carvajal Ramírez
Ing. de la Edificación, Arq. Técnico y Perito Tasador
accarvajalramirez@gmail.com
                                                               Ignacio Montojo de Vega
Consultor Turístico y Hotelero