lunes, 19 de diciembre de 2016

INVESTIGANDO LOS RECURSOS TURISTICOS CULTURALES Y RELIGIOSOS DE SEVILLA: MÁS DE 140 PUNTOS DE INTERES TURISTICO-CULTURAL. EN BUSCA DE UN MODELO DE GESTION PARA RECONOCER SU VALOR.

Con la iniciativa de dotar de un modelo de gestión que se adecuara a la realidad del Hospital de la Caridad e Iglesia de San Jorge, EUSA Centro Adscrito a la Universidad de Sevilla, emprendió una tarea de investigación centrada en proveer de un modelo que permitiese identificar los factores que más valorasen los turistas en una visita cultural.
En un primer término, y siguiendo una metodología estratégica, se trabajó en identificar aquellos puntos que podrían suponer un interés para  la visita y para el turismo. Si bien la ingente cantidad de productos con los que cuenta la ciudad hacia necesaria la segmentación lo más ordenada y exhaustiva posible, no es más cierto que esta lista podría aumentar tras una oportuna valorización de muchos edificios y productos que no han sido tratados al efecto.
La segmentación de estos puntos de interés se determinó por su objeto de principal atracción, ya fuera por su monumentalidad como edificio, su carácter religioso-cristiano, expositivo o simplemente residencial.
A esta segmentación se le acompañó de una evaluación somera sobre su nivel de adaptación a las visitas, organización, horarios,… diferenciando 4 evaluaciones: 1 si está en valor (organizado, con horarios, guías,…); 2 si es visitable con horarios establecidos; 3 si es visitable sin horarios concretos; y 4 si no es visitable.
Lo que parecía evidente aparece ahora como una realidad constatada: La ciudad de Sevilla cuenta con 143 puntos de interés turístico cultural. ¿Tantos? Lo más sorprendente es que, de ellos, tan solo 20 no están en valor o situación de visitar.  En un primer momento se podría pensar que Sevilla cuenta con una gran cantidad de iglesias y conventos, y que esto es lo que engrosa este número. Sin embargo, el estudio sigue sorprendiendo porque si bien este segmento es importante, en iglesias y conventos de interés tan solo se han identificado 58, menos de la mitad del total.

Otro dato interesante es que de 143 puntos de interés, 103 pertenecen a la categoría catalogados como BIC (Bienes de Interés Cultural), de 129 inmuebles inscritos en Sevilla. Por tener una referencia, la ciudad de Granada cuenta con 121, Córdoba 119 y Málaga 59, de un total de 1001 inmuebles BIC que hay en Andalucía.
En cuanto  a la “visitabilidad” o no, hay solo 20 puntos de interés evaluados como no visitables, si bien en el siguiente nivel hay 70 que, aunque se puedan visitar, no poseen una estructura organizativa u horarios al respecto.
Otro ámbito que se desgrana del estudio es la deficiente promoción y comercialización que se realiza de los productos turístico-culturales y religiosos. Internet ya sabemos que no solo es el revulsivo, sino que es ya el canal exclusivo de la promoción y de la venta. Aquí es donde empieza a perderse y a complicarse. La información fluye, rápida y sin nitidez.  La venta está en manos de una ingente cantidad de operadores e intermediarios que han visto en los productos turísticos, sus propios productos, y es cuando los productos turísticos culturales aparecen en cualquier escaparate sin control.
Lo peor es que, en general, los propios titulares de los productos tampoco han trabajado correctamente el segmento comercial de su negocio, con lo que se pierde mucha fiabilidad, tanto del producto, como de la venta.
Pero si el diagnostico realizado fue interesante, más enriquecedor fue la creación de un modelo de gestión de este tipo de establecimientos, abiertos al turista, y con una necesidad gerencial más allá de lo meramente cultural o religioso. Es donde el apellido turístico se pierde entre gafas de sol y pantalones cortos.
Un recurso turístico es el que se puede visitar, y en muchos casos pagar, pero se paga en contraprestación a algo que “aporte valor”. Aquí es donde los responsables de los establecimientos se pierden, en la medida de que “no todo vale”, y que no se puede cobrar por cualquier cosa. El resultado final debe ser satisfactorio. A esto se le llama conocer a tu cliente y satisfacerlo en sus expectativas. No se puede cobrar 5 euros para una visita que el itinerario tiene una duración de 15 min. Debemos tener productos sólidos y completos, en los que se justifique, no solo el precio, sino el tiempo invertido en la visita, escaso para la mayoría de los turistas.
Como resultado final, el proyecto de investigación ha diseñado un modelo de gestión de los productos turísticos culturales en donde se identifican todos aquellos factores que deben estar presentes en este tipo de producto, en donde lo cultural y religioso se mezcla con lo turístico. Si bien hay muchos factores evidentes, el modelo pretende hacer ver otros factores que deben estar presentes y en muchos casos prevalecer para dar forma y ponerle nombre a esa frase tan manía ya de “poner en valor”.
Por tanto, no solo el valor material de lo que se palpa y se ve, es lo que se pretende enseñar, sino el significado inmaterial de la moralidad y la ética, puesta en manos de la religión católica, y para el caso concreto de D. Miguel Mañara y el Hospital de la Caridad, con vocación apostólica de los recursos turísticos que se poseen.
Ignacio Montojo  
Profesor de Derecho Administrativo de Turismo (Grado Turismo 3)  y
Profesor de Gestión de la Calidad en las Empresas turísticas (Grado turismo 4)
EUSA Centro Universitario adscrito a la Universidad de Sevilla
 
Para recibir el documento completo de investigación, puede solicitarlo sin compromiso a ignacio.montojo@eusa.es