Desde AIRA, Psicología y Empresa somos conscientes de la
importancia que tiene la evaluación de personas dentro de una organización como
parte principal del éxito empresarial.
La experiencia que tenemos en materia de Recursos Humanos, la
formación, los procesos de coaching,… sumado a la dilatada práctica en implantación y auditoría de
sistemáticas de gestión de calidad, nos posiciona estratégicamente para el
desarrollo de la nueva norma ISO 10667 sobre prestación de servicios de evaluación: procedimientos y métodos
para la evaluación de personas en entornos laborales y organizacionales.
Dado el conocimiento que poseemos y el desarrollo
profesional que realizamos, desde AIRA estamos en proceso y en disposición de
realizar consultoría de implantación de esta norma, además de asumir el
proceso de implantación interna para garantizar que nuestros métodos y procesos
son eficaces y equitativos, según recoge la norma.
La nueva norma ISO 10667, publicada por
AENOR en mayo de 2013, especifica los requisitos de referencia para la prestación
de servicios de evaluación de personas, sus procedimientos y métodos, y así
demostrar su capacidad para que la evaluación sea normalizada, adecuada y
equitativa.
Con la implantación de
esta norma, se consigue que los servicios de evaluación de personas se realicen
bajo pautas de eficacia, facilitando la toma de decisiones en las
contrataciones, aumentando el potencial y bienestar de los empleados,
transmitiendo confianza a entidades, organizaciones y sociedad.
Se trata de garantizar
a clientes y participantes en procesos de evaluación, el seguimiento e
implantación de procedimientos y métodos acordes con una norma internacional,
referente, contrastada, y verificada
por agentes externos.
La norma está pensada especialmente
para el ámbito del reclutamiento y selección, la orientación profesional
o vocacional, cambios de profesión durante la vida laboral o reintegración al
campo laboral, desarrollo personal y coaching, promoción y planificación del
relevo profesional, la recolocación y la planificación de la jubilación.
Está dirigida a un campo muy amplio de los Recursos Humanos,
pero especialmente a aquellos que tienen una participación activa en la
evaluación de personas. Especialmente, está orientada a las Organizaciones y
Departamentos de RRHH de empresas, asesores y consultores de RRHH, formadores
y evaluadores en reclutamiento, coaching y recolocación, que
realicen selección de personas, pruebas de evaluación a personas, entrevistas.
Además, tiene una clara orientación a Organizaciones que prestan servicios de
evaluación para homologar o certificar personas y organizaciones que hagan uso
de los resultados de las evaluaciones.
La norma tiene dos partes, dependiendo de la organización sujeta
(si es una organización-cliente que contrata los servicios externos, o si es
una consultora o una empresa externa que presta los servicios de selección y
reclutamiento,… en definitiva hace una distinción entre cliente y el proveedor
de los servicios:
ISO 10667-1. Parte 1: Deberes del cliente. En el caso de organizaciones que subcontraten los servicios de
evaluación.
ISO 10667-2. Parte 2: Deberes del proveedor de servicios. En
el caso de organizaciones que presten interna o externamente el servicio.
¿QUE SUPONE IMPLANTAR LA NORMA?
La normalización de la evaluación de personas, como para
cualquier sistemática de calidad, consiste en el establecimiento de procedimientos
y métodos, en todas las fases de la evaluación: 1. Acuerdo entre cliente y proveedor
2. Fase previa a la evaluación 3. Realización de la evaluación y 4. Revisión
posterior.
La organización que ya posea un sistema implantado, tipo ISO
9001, cuenta con la infraestructura ya definida en cuanto al cierre del ciclo
de mejora (planificar, hacer, tomar datos, mejorar), y por lo tanto tendrá ya
un recorrido importante. Sin embargo, el centro del trabajo de implantación se
va a concretar más en la definición de los métodos y procesos concretos de
evaluación, pero aún más en el proceso clave desde el inicio de las
conversaciones (detección de necesidades) hasta la revisión de los resultados.
Esto significará la necesidad de recoger registros y mediciones de seguimiento
que permitan demostrar que “lo que decimos lo estamos haciendo”.
Esto aporta algo muy importante a la evaluación de personas:
Por un lado obliga a planificar;
por otro lado, obliga a documentar y a asumir, por todas las partes,
unos compromisos con respecto al proceso, y es eso lo que transmite CONFIANZA
Y SEGURIDAD a todas las partes (incluida a quien ejecuta los procesos).
Toda la metodología y procesos de evaluación integran obligaciones,
derechos y responsabilidades de clientes y proveedores, para asegurar la
igualdad y equidad en la aplicación de los procesos de evaluación de las
personas.
LO MÁS IMPORTANTE:
Es que estamos ante una definición referencial sobre el
proceso de evaluación de personas. Y esto implica diseñar un servicio,
adecuándolo a una descripción contrastada y verificada internacionalmente, para
lograr ser más eficaces en el proceso de evaluación.
Formalizando las actuaciones, la organización consigue dotar
de objetividad, calidad y transparencia a sus procesos evaluativos.
Consecuentemente, nuestros clientes mejorarán en sus decisiones de evaluación
(garantizando que los procedimientos son fiables, válidos, justos y útiles).
Hacia el exterior, nuestra empresa conseguirá mejorar la
calidad y con ello la imagen y prestigio de la profesión.
En definitiva, es una ventaja competitiva que mejorará la
reputación de las Consultoras y las organizaciones (en busca de la RS, la ética
y la equidad), reduciendo errores e incrementando la satisfacción final de los
clientes.