Ya está en la calle el primer borrador de la nueva ISO 9001:2015, y
que veremos definitiva el próximo año 2015.
Desde que en 1987 se publicara la primera versión, basada en el
aseguramiento de la calidad, se han ido desarrollando nuevas versiones que han incorporado
cambios, más o menos significativos o relevantes. De los tres modelos
iniciales, que apenas variaron en la edición de 1994, se pasó a una profunda
revisión en el año 2000 que supuso la adopción de un enfoque de procesos y con
ello la asunción de ocho principios conceptuales que impregnarían los
requisitos de una norma y que consolidaba a las tres normas precedentes. Se
pasó de un esquema de cumplimiento de requisitos sobre el producto, a un
concepto más amplio, basado en la propia gestión empresarial y con consecuencias
en los productos y servicios ofrecidos por las empresas.
Ya en el 2008, se publicó la última revisión de la ISO 9001,
actualmente en vigor, la cual se ciñó a clarificar algunos de los requisitos,
sin cambios conceptuales o de fondo sobre la anterior.
Es importante introducir estos antecedentes para entender como el
modelo de la ISO 9001 evoluciona sobre los nuevos escenarios internacionales en
la gestión de empresas, consolidando y aportando novedades de referencia, sin
perder la competitividad como característica básica de la empresa.
También hay que recordar esos momentos iniciales en las empresas, en
donde la decisión de implantar y certificar un Sistema de Gestión tenía sus
argumentos más justificativos en las exigencias de los clientes, en la
necesidad de reconvertir la empresa en una gestión moderna, pasando por los
sectores en donde se valoraban los concursos públicos para primar con puntos
las certificaciones aportadas.
Y es que el crecimiento desmedido en los últimos años del número de
empresas certificadas ha provocado un escenario de apatía y desanimo en la
consecución de objetivos y en el mantenimiento del sistema que incluso ha
desembocado en el abandono de la sistemática, y con ello la vuelta a
situaciones origen de la falta de calidad.
A más de una empresa, la sistemática de gestión le ha venido grande, y
con ello, de nuevo el factor diferencial de la ISO 9000 se va haciendo hueco
entre la competitividad empresarial. Quizás la nueva versión del 2015 rompa con
esta tendencia apática y provoque nuevos cambios y prácticas que haga de las
empresas, organizaciones competitivas y con alto rendimiento.
Por ello, es necesario aprovechar los empujones que el modelo ISO 9001
nos plantea.
El borrador de la norma se ha redactado conforme a la nueva estructura
de alto nivel, común a todas las nuevas normas de sistemas de gestión. Esto
facilitará la integración de más de un sistema de gestión.
La estructura de requisitos que nos plantea el borrador de la nueva
norma, independientemente de que haya nuevos cambios en las revisiones previas
a la aprobación, es el siguiente:
4. Contexto de la organización
4.1. Comprender la organización y su
contexto
4.2. Comprender las necesidades y
expectativas de las partes interesadas
4.3 Determinar el alcance del sistema
de gestión de la calidad
4.4 Gestión de la calidad
5. Liderazgo
5.1. Liderazgo y compromiso
5.2 Política de calidad
5.3 Funciones de la organización,
responsabilidades y autoridades
6. Planificación
6.1 Acciones para afrontar riesgos y
oportunidades
6.2 Objetivos de calidad y
planificación para lograrlos
6.3 Planificación de los cambios
7. Soporte
7.1 Recursos
7.2 Competencia
7.3 Conciencia
7.4 Comunicación
7.5 Información documentada
8. Operación
8.1 Planificación y control operativo
8.2 Determinación de las necesidades
del mercado y de las interacciones con los clientes
8.3 Planificación operacional
8.4 Control de la prestación externa
de bienes y servicios
8.5 Desarrollo de productos y
servicios
8.6 La producción de bienes y
prestación de servicios
8.7 Liberación de bienes y servicios
8.8 No conformidades de bienes y
servicios
9. Evaluación del desempeño
9.1 Seguimiento, medición, análisis y
evaluación
9.2 Auditoría Interna
9.3 Revisión por la dirección
10. Mejora
10.1 No conformidad y acciones
correctivas
10.2 Mejora
Los principales cambios que se detectan a priori son:
1) Incorporación de aspectos que
mejoran la integración de los sistemas de gestión, entre otros su nueva
estructura (Anexo SL) común a todos los sistemas.
2) Realización de un análisis
previo del contexto con el objetivo de conocer las realidades de la
situación de partida de la organización. A través de esta planificación se
conocen las capacidades y experiencias anteriores que posee la empresa, el
entorno de exigencias y requerimientos de los clientes y partes interesadas,
así como el escenario de partida en cuanto a otros sistemas anteriores
implantados. Con este análisis del contexto, las organizaciones analizan su
nivel de madurez respecto a la gestión por procesos (niveles máximos o mínimos)
y si ésta es capaz de asumir los cambios derivados de las necesidades de los
clientes y partes interesadas.
3) Identificación del Riesgo vinculado a la implementación
del SGI (Como parte del Análisis del Contexto).
4) Revisión por la dirección. En
donde lo más
interesante es que “La revisión debe ser planificada y ejecutada teniendo en
cuenta el cambiante entorno de los negocios y la dirección estratégica de la
organización”. Esto conlleva la incorporación de herramientas y metodologías que
permitan evolucionar y cambiar hacia la mejora.
5) Mejora. Las organizaciones deben
desarrollar acciones de mejora, que permitan que la Mejora Continua no quede en
las típicas acciones derivadas de las auditorías o de las acciones correctivas.
La nueva ISO 9001:2015 trae un nuevo
modelo de sistema cercano a la excelencia empresarial y en el que se busca que la
organización sea competitiva, en base a la obtención de buenos resultados
empresariales (ingresos económicos, beneficios obtenidos, rentabilidad, liquidez,
solvencia económica…), a través de su sistema.
Por el momento, el borrador está
haciendo pensar a empresas y organizaciones, y parece que está muy cercano a
las realidades coyunturales de los entornos empresariales actuales, basados más
en teorías que en una aplicación conceptual. Así, los actuales sistemas de
gestión de la calidad tendrán que ser mejorados y enfocarlos hacia los modelos
de excelencia.
Ya veremos después, como se
implementa y qué posibles problemas derivados de la norma, nos iremos
encontrando consultores y auditores para que no volvamos a caer en la
subjetividad y en la interpretación sesgada de los requisitos que lleven, de
nuevo, a relegar los sistemas a meros certificados “de maquinitas documentales”
que han sido la lacra de los últimos años.
Animo a los técnicos para
terminar esta nueva norma que esperamos como “agua de Mayo”.
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