jueves, 31 de mayo de 2012

II FAM TRIP ASET-PRODETUR: SIERRA NORTE

La luz del amanecer sevillano sobre la calle Betis auguraba un nuevo día de experiencias. Comenzamos temprano este Fam Trip que hicimos el pasado martes 29 de mayo. Tocaba visitar la Sierra Norte de Sevilla. De nuevo toda una experiencia de la mano de Prodetur, en convenio con la Asociación Sevillana de Empresas Turísticas (ASET).
Sí, la Sierra Norte de Sevilla está llena de riquezas, naturales, gastronómicas o monumentales, y son muchas las empresas que están trabajando en el ámbito del turismo. Cada vez más, encontramos atractivos, producto de la diversidad y de la curiosidad a modo de emociones, pero en esta ocasión pudimos visitar solo una muestra de lo que la sierra norte ofrece. Y para cumplir con la agenda prevista tuvimos que hacer muchos kilómetros de curvas y vaivenes, suavizados por las cordiales acogidas de nuestros anfitriones y la compaña de aquellos que decidimos realizar este fam trip.
Cordialidad, convivencia y contactos fueron características de este viaje.  
La primera parada fue en la afamada Ganadería de Reses bravas: Dehesa Frias (de Dolores Aguirre Ybarra), en Constantina. Nuestra anfitriona Jessica Martínez, responsable de eventos, acompañada por el mayoral de la finca, nos deleitaron con verdaderos pases de torería a lomos de un camión todoterreno que nos acercaron a las reses que estaban ya preparadas para corridas. Después de la visita a la plaza y la finca, fuimos obsequiados por un magnífico desayuno de campo, en donde el aceite virgen extra, de la casa, volvió a ser protagonista gastronómico.
Y de Constantina a El Pedroso, a visitar el hotel de nuestro amigo Pepín Bermúdez, el Hotel Montehuéznar. Un oasis de SPA en mitad de la sierra, en un hotel preparado para acoger pequeños grupos en un ambiente relajado y manso de tranquilidad.
De nuevo vuelta a Constantina, a visitar las Bodegas Fuente Reina. Pero no, no podía ser más de lo mismo. Y es que las viñas tienen un sabor, color y vista diferente, y si el escaparate es la sierra norte, el espectáculo está garantizado. La bodega está en el pueblo, pero la joya está en el campo. Un antiguo monasterio de los monjes basilipos, esplendorosamente decorado de flores y elementos ornamentales de gusto selecto, da cobijo a este tinto de la Sierra. Sí, tinto, tal y como nos explicaba su propietario Oscar Zapke, tinto andaluz que se codea en las mejores ferias vinícolas. La verdad es que se hacen descubrimientos que nos llenan de orgullo. Probaremos este caldo a ver si, además de orgullo, nos llena de satisfacción.
Con la mañana ya desaparecida, y con prisas por la hora llegamos a la Casa Rural Los Pozos de la Nieve. Más que casa rural es un complejo de apartamentos en un edificio que albergaba un antiguo matadero. Las prisas desaparecieron y la curiosidad empezó a sustituir a la hambruna. No podía ser de otro modo. El edificio posee una gran sala de eventos que, sujetada con arcos y columnas, la dotaba de una belleza inusitada. Dos grandes pozos de nieve con grandes ventanales nos anunciaban que no estábamos en un lugar cualquiera. Casa antigua de grandes espacios y una piscina que llamaba al baño y al refresco de las primeras horas de la tarde. Gracias a Dirk Dominije y a su mujer por recibirnos en su casa y por refrescarnos el viaje que nos esperaba.
Y si, lo tengo que decir, a Almadén de la Plata no se va por la Sierra Norte. Aunque cercana a Cazalla de la Sierra en distancia, las curvas y la hora del trayecto solo se pudieron sobrellevar con una buena charla y una parada estratégica para recomponernos y engañar al estómago.
Por fin llegamos a la última parada. En Almadén nos esperaba Juan Carlos Algora y su mujer, Marisa, los cuales, junto a su equipo, aguantaron pacientemente nuestra llegada tardía, algo que agradecemos porque nos recibieron con una sonrisa y una amabilidad que les honra. Y sí, el Molino de Almadén dio la talla. Una comida típica de la sierra a base de nuestro queridísimo cerdo ibérico en un restaurante que está anexo a un molino de aceite. El Molino conserva la maquinaria antigua y el proceso de extracción en frío y que, sorprendentemente funcionaba, aunque no se encuentra en uso.
A eso de las ocho y media de la tarde llegamos al mismo lugar de partida, nuestra Torre del Oro, pero con el sol en el lado opuesto, y dándole silueta sombría al barrio de Triana.
Si antes ya lo sabíamos, ahora tenemos argumentos y experiencias que día a día crecen y configuran nuestro producto y gritar muy fuerte que tenemos una gran ciudad rodeada de extraordinarias bellezas. Sevilla y su provincia.

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